viernes, 13 de marzo de 2009

Lo Bueno y lo Malo del Neoliberalismo Mexicano.

"Las trabajadoras son sometidas a jornadas excesivas de trabajo por las cuotas de producción que les son exigidas, trabajan en condiciones de hacinamiento, con poca luz y ventilación, y en ambientes ruidosos. Son obligadas a estar de pie o sentadas durante toda la jornada laboral realizando movimientos repetitivos, lo que les ha provocado graves lesiones a su integridad física. Por otro lado, cuando son despedidas no les cancelan las prestaciones laborales que por ley les corresponde."
"Estados no Garantizan los Derechos Laborales en las Maquiladoras" Cima Noticias, Redacción (23/07/07) http://www.cimacnoticias.com/site/07072310-Estados-no-garantiz.26675.0.html [13/03/09]
La tendencia neoliberal, adoptada por México a inicios de los 80 por el primer presidente tecnócrata, trajo consigo promesas de una mejor economía basada en la libre competencia y en la libre circulación de capitales, mercancías y servicios. Fue así que México se adentró como competidor en el mercado global, dejando entrar al mercado doméstico a nuevos competidores con la promesa de generar empleo y conocimiento a través de la inversión.
El neoliberalismo mexicano no se puede tildar de forma absoluta como positivo o negativo, quisieramos creer que las intensiones de las políticas económicas neoliberales son buenas y es probable que no estemos equivocados. Lo anterior no implica que no debamos de señalar las debilidades que ha presentado la implementación de estas políticas en México no sin antes hacer referencia a sus fortalezas.
Fortalezas del Neoliberalismo en México.
Con la apertura de las fronteras mexicanas al comercio exterior, una nueva alternativa se concretizó para inversionistas hambrientos de ampliar sus horizontes corporativos. Fue así que múltiples empresas abrieron sus puertas en México, demandando a su paso el trabajo de muchos mexicanos que tuvieron la oportunidad de acceder a un empleo en múltiples sectores industriales.
La 'ola' que paulatinamente fue inundando al país no solamente prometía un trabajo con ingresos seguros, sino también capacitación y adiestramiento para muchas personas que en su vida habían hecho algo relacionado con la industria. Se esperaba que este nuevo adiestramiento diera a los mexicanos nuevas herramientas para ofrecer servicios laborales con alto valor añadido.
La competencia fue otro rubro que se vio beneficiado con el neoliberalismo. Las empresas mexicanas tuvieron que reinventar sus estrategias de negocios y renovar la calidad y distribución de sus productos para poder competir en el mercado interno, quedando el terreno llano (al menos políticamente) para poder acceder al mercado exterior. Empreas de consultoría jurídica, financiera y de negocios aparecieron para poder satisfacer la demanda de servicios por parte de las flamantes empresas, abriendo nuevos nichos de actividad profesional para muchos mexicanos.
El lado Egoísta del Neoliberalismo en México.
A pesar de la esperanza que trajo consigo la apertura del mercando, evidentemente hay quienes hoy en día sufren a causa de la misma.
Una primer causa de sufrimiento es común en el sector de manufactura. Muchos conglomerados internacionales invirtieron cantidades inimaginables de recursos en la apertura de nuevas 'maquilas', lo anterior en busca de mano de obra a precios competitivos que redundan en mayores ganancias para los grandes emporios empresariales. El problema hoy en día radica en que muchas empresas no respetan los derechos laborales establecidos en México, eludiendo (de forma legal y a veces ilegal) sus obligaciones como patronos de mujeres y hombres que son sostén de sus hogares. Dejando a miles de personas sin empleo y sin la antigüedad laboral suficiente para aspirar a una pensión ni a servicios de salud para su vejez, derechos fundamentales reconocidos en todo el mundo.
El caso más dramático es de aquellas personas que por falta de estudios y/u oportunidades no tienen la opción de poder acceder a empleos, quedándose viendo de forma impotente, como se extiende la brecha entre ellos y los ricos. El concepto de dignidad cambió radicalmente en lugares donde las microempresas y las personas con actividad empresarial tenían el mercado asegurado. Repentinamente, la panadería, la frutería y la tienda de abarrotes se vieron enfrentadas con conglomerados internacionales como Walmart, dejando aún más evidente la pésima distribución de la riqueza en el mundo.
Así mismo, la libre circulación trae consigo prácticas comerciales poco éticas como el dumping (consistente en la venta de mercancías a precios inferiores para adueñarse del mercado), la triangulación de mercancías (es decir, cuando se declaran como hechas en un país diverso a donde realmente fueron hechas para evitar el cobro de cuotas arancelarias), el contrabando y la piratería. Miles de empresas mexicanas no pudieron con la competencia que ofrecía productos y servicios a precios más accesibles y, en muchas ocasiones, de mejor calidad. Otras muchas empresas tuvieron que fusionarse, venderse o fortalecerse a fin de poder subsistir.
Por último y no menos importante una de las nuevas tensiones del neoliberalismo en México es la codependencia económica con el resto del mundo. De modo que las crisis económicas del exterior golpean la economía mexicana de forma similar (o muchas veces peor), que en aquellos lugares donde se originaron. El ejemplo más fehaciente es la actual crisis económica, originada en el sector financiero de los Estados Unidos y que ha generado el encarecimiento de productos básicos en México, la desaceleración de los financiamientos en México y el evidente declive del valor adquisitivo del peso mexicano.
Las Soluciones: Responsabilidad Social y Políticas Públicas de Defensa.
Hoy en día se habla de 'Empresas Socialmente Responsables' más como un certificado más enfocado al marketing que como una exhortación al resto de los centros de trabajo a imitar dichas políticas (no emito juicios de valor negativos al respecto, puesto que tienen el efecto de exhortar a los centros de trabajo a imitar dichas políticas). Estas políticas socialmente responsables no solamente son el respecto de los derechos laborales (que al final del día, también son derechos humanos) de sus trabajadores, sino la aportación de beneficios a las comunidades donde estas empresas se encuentran. No solamente se da capacitación, educación y adiestramiento a personas de la empresa, sino que se tienen medidas para el cuidado del medio ambiente, se implementan programas pro bono para la creación de centros de ayuda y educación para personas ajenas a la empresa (beneficiarios) y se aportan importantes donaciones destinadas al mejoramiento socioeconómico del entorno. Esta es una gran solución a la que muchas empresas han apostado, trayendo no solamente bienestar, sino, progreso a las comunidades donde son aplicadas (no olvidemos que esta actividad es tarea principal de gobierno, por lo que el hecho de que las empresas lo hagan es un extra).
Es igual de importante la existencia de métodos de defensa para los trabajadores que sufren del atropello de sus derechos laborales. De nada sirve un derecho si no puede hacerse efectivo mediante mecanismos jurisdiccionales efectivos. Para lo anterior, no solamente es necesaria una reforma integral de la parte adjetiva de la Ley Federal del Trabajo, sino una reestructura en las organizaciones administrativas encargadas de su cabal cumplimiento, tanto en materia jurisdiccional como en materia administrativa.